El paciente. Una visión desde la medicina clínica
Med Int Méx. 2021; 37 (2): 310.
Manuel Ramiro H
Alberto Lifshitz
El paciente. Una visión desde la medicina clínica
Palabras y Plumas Editores. México 2021
Alberto Lifshitz ha aprovechado ampliamente el periodo de confinamiento a la que nos ha obligado la pandemia por COVID-19. Nos presenta un nuevo libro de clínica, pero ahora originado en el estudio del enfermo y analizando profundamente la relación médico-paciente, revisándola en diferentes situaciones; la evolución que ha ido teniendo a lo largo del tiempo, hasta llegar al momento actual. Vierte toda su experiencia acumulada a lo largo de más de 50 años ejerciendo en la atención de pacientes, desde luego, en el libro podemos observar que su trabajo, entre otras características, ha tenido el de la reflexión sobre la compleja tarea de atender enfermos.
Trata muchos aspectos acerca del paciente, quizá todos, pero destacan desde mi punto de vista varios. Uno de ellos es la transformación que ha sufrido la manera de atenderlos, en unos años pasó de una forma paternalista a una en que las decisiones del paciente son fundamentales, revisa la dificultad del cambio para algunos enfermos que podrían preferir acatar las decisiones de los médicos y la de algunos médicos que siguen sin acostumbrarse a contar con la decisión del paciente en su propia atención; sabiamente Lifshitz en un apartado aconseja que el médico debe adaptarse a las expectativas del enfermo y en ocasiones actuar de manera paternalista y en otras acatar los juicios del paciente, siempre por deseo de éste. Comenta la arrogancia del gremio médico como un obstáculo en estos aspectos. Un punto destacado, en donde el libro toma un giro casi nosológico, es donde revisa el papel del médico como intérprete, lector, traductor del paciente de sus molestias, de sus deseos y de las expectativas que el propio enfermo tiene sobre las soluciones. Otro aspecto muy destacado lo constituye el cambio de modelo de la atención, en el que pasó de ser una dádiva, pública, gubernamental o privada, a ser un derecho humano fundamental, y la necesidad del médico para adaptarse a estos cambios. En un apartado estudia la generación del concepto de seguridad en la atención del enfermo, sus antecedentes, el momento actual y la ingente obligación de adaptarse a él. También estudia la necesidad, la obligación del médico para generar confianza en su paciente, incluso marca algunas pautas, pues no solo es la forma de obtener los mejores y mayores datos, sino que también esta confianza origina apego a la terapéutica sin dejar pasar el efecto placebo que siempre la relación médico-paciente ha acarreado. También nos habla de la medicina defensiva, sus orígenes, sus costos, sus dificultades y sus consecuencias. Trata cómo la responsabilidad del paciente trasciende a la atención de sus enfermos, incluye a su familia, a su entorno e incluso tiene implicaciones de salud pública. Nos habla también de los derechos de los pacientes, pero también de algunas de sus responsabilidades y cómo pueden variar de acuerdo con el entorno en el que el paciente se atiende.
Es un libro que deberían leer los alumnos incluso antes de empezar los cursos básicos, pues aclara que el enfermo es el centro del interés, del servicio de las obligaciones de los médicos; sería muy importante que los residentes de los cursos de especialización también lo hicieran por las mismas razones. A los médicos, con más o menos tiempo ejerciendo, nos puede ser muy enriquecedor porque nos invita a la reflexión.
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