Enfermedades que cambiaron la Historia

Med Int Méx. 2022; 38 (4): 971-972.

Manuel Ramiro H

Pedro Gargantilla

Enfermedades que cambiaron la Historia

La Esfera de los Libros. Madrid 2016

Guillermo Murillo Godínez es un autor que con cierta frecuencia publica en Medicina Interna de México, además, sabemos que es un lector asiduo y por sus notas enviadas, un crítico propositivo de la revista; pero además con asiduidad nos manda material bibliográfico útil. El libro que comentamos hoy nos fue enviado por Murillo Godínez en junio de 2022. Gargantilla es un internista español, jefe del servicio de Medicina Interna en el Hospital del Escorial, con varios artículos publicados en revistas periódicas, pero que además se ha convertido en historiador de la medicina y en divulgador de la ciencia. En la radio y la televisión española participa en programas que acercan la ciencia a la población general. En su faceta de historiador ha publicado muchos libros, éste es el penúltimo, el último se llama Historia curiosa de la medicina (2019). Es autor de varios otros, como Las enfermedades de los borbones (2007), Enfermedades de los reyes de España. Los Austrias (2000) o Embarazos y partos de las reinas de España, escrito en colaboración con Berta María Martín Cabrejas (2020). Se ha atrevido con la ficción en El médico judío (2009), además, tiene libros de divulgación, como Los secretos de nuestro cerebro (2012) y 101 cuestiones sobre la evolución humana (2011). Es, pues, un verdadero humanista, intelectual de la medicina. En Enfermedades que cambiaron la Historia nos hace una descripción, un relato de muchas situaciones en la que la medicina, las enfermedades o los enfermos han influido en circunstancias históricas. Está escrito de forma que se puede leer de manera muy agradable, es claro que Gargantilla ha desarrollado un gran oficio de escritor. No se trata propiamente de investigaciones históricas originales, sino de la recapitulación de muchos episodios, algunos de los cuales han sido relatados como novelas, otros, incluso, han sido llevados al cine. Sin ser un libro largo trata muchas historias sucedidas en diferentes épocas.

Empieza por narrarnos cómo los aliados engañan a los nazis sobre el sitio donde se haría el desembarco que condujo a la derrota alemana, arrojándoles un cadáver con identidad falsa que transportaba información también falsa informando que la invasión se haría en Cerdeña y que quizá facilitó la victoria (o el inicio de ella) del Desembarco de Normandía. En otro de sus relatos atribuye el final de Alejando Magno y la fragmentación de su imperio a una pancreatitis aguda que le causó la muerte. Después de su última victoria y al haberse terminado el mundo por conquistar (cuando menos a la vista de la época), Alejandro y sus tropas deciden regresar a Babilonia, donde se llevó a cabo un gran festejo, después de grandes comilonas y la ingestión de bebidas alcohólicas por varios días, Alejandro tiene dolor abdominal, sudoración, malestar general y vómito, permanece 12 días enfermo y fallece a los 32 años, es muy probable que una pancreatitis aguda haya sido la causa de su muerte durante los festejos por haber conquistado prácticamente todo el mundo; como murió tan joven, sin herederos el Imperio fue repartido entre sus generales y fue su final.

En otro de los capítulos, Angina de pecho en la Roma Antigua, nos relata los padecimientos de Adriano emperador romano, basándose ampliamente en Marguerite Youcernar; relativamente joven, Adriano empieza a tener disnea, que es progresiva, y dolor torácico, terminando años después en una clara situación de insuficiencia cardiaca crónica, tan grandes sus limitaciones como gobernante y tantas sus molestias que acuerda con uno de sus médicos que una mañana le daría un veneno que terminaría con su vida; sin embargo, el médico es asesinado la noche previa y Adriano dura varios años más como emperador y sufriendo su padecimiento.

El fin de Napoleón en Waterloo ha sido motivo de muchos estudios históricos, de trabajos cinematográficos, de novelas y sobre ella corren muchas fábulas. Gargantilla propone, cuando menos en parte, el padecimiento de Napoleón, las hemorroides que sufría desde hacía tiempo; la noche anterior a la batalla lo mantuvieron con dolor intenso (¿se le trombosarían?), no le permitieron dormir y le impidieron montar a caballo durante su desarrollo, él que era un gran jinete, esto podría haber sido un factor que influyera en el destino final del Imperio.

En La viruela en el nuevo mundo, Gargantilla nos muestra la trascendencia que este padecimiento tuvo para hacer posible “la conquista”; nos relata la asociación de fechas entre grandes avances y batallas con la aparición de brotes de viruela, que al final causarían la enorme mortalidad entre los habitantes originarios, que no tenían ninguna protección inmunológica. Insiste en que la enorme mortalidad por viruela en Tenochtitlan después de haber derrotado a Cortés fue lo que posibilitó la reorganización de los conquistadores y la toma definitiva del Imperio Azteca. Nos comenta cómo en Perú la participación de la viruela fue aún más trascendente, es posible que el 90% de los habitantes fallecieran por esta causa; entre ellos el emperador Huayna Cápac y sus hijos Huáscar y Atahualpa. Las epidemias de viruela azotaron al continente descubierto cuando menos hasta 1565 y fueron seguidas por epidemias de tifo, gripe, difteria y sarampión.

En el Mal de los franceses aborda la controversia de si la sífilis es americana o europea, concluyendo que es europea por hallazgos antropológicos previos al viaje de Colón.

Así, durante los 36 capítulos en que está dividido el libro el autor nos pasea por relatos, todos extraordinariamente escritos y documentados, que nos demuestran la enorme relación entre la salud, la enfermedad, las situaciones políticas y sus consecuencias históricas.

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