RINCÓN DEL INTERNISTA/THE INTERNIST’S CORNER may 2019
Med Int Méx. 2019 mayo-junio;35(3):471-472.
Manuel Ramiro H
J Jesús Lemus
Los Malditos. Crónica negra desde Puente Grande
Debolsillo 3ª reimpresión. México 2018
J Jesús Lemus
Los Malditos 2. El último infierno. Más historias negras desde Puente Grande
Grijalbo 1ª reimpresión. México 2016
Hace unos días, viendo un canal de la televisión cultural, que por cierto tiene ahora una oferta más amplia que nunca, vi un programa muy interesante: Periodismo en libroscoordinado por Virgilio Caballero, seguramente era una emisión retransmitida porque Virgilio Caballero falleció hace unos meses; en esa ocasión entrevistaba a J Jesús Lemus, a quien hasta ese momento yo no conocía ni había escuchado de él. Lemus es un periodista que ha sufrido una experiencia que sólo los grandes personajes pueden sobrevivir. Resulta que hace unos años trabajaba para periódicos y emisoras locales en Guanajuato, especialmente dedicado a lo que se conoce como nota roja, en particular el narcotráfico. Según el mismo comenta, sin mayor repercusión fuera del ámbito local en que se movía. Un día, sin mayores señales, fue secuestrado y después detenido, acusado de narcotráfico y manejo de dinero ilícito; de una manera muy rápida, especialmente para los tiempos que nuestro sistema de justicia emplea, fue recluido en el Reclusorio de Alta Seguridad de Puente Grande en Jalisco, acusado, además, de ser un individuo de alta peligrosidad, lo que le hizo sujeto de un régimen de prisión muy especial, sufriendo aislamiento extremo entre otras grandes penalidades que no les comentaré porque él lo hace muy bien en los libros que me atrevo a recomendar que lean.
Los libros que describen, analizan y reportan la violencia en México, especialmente la ligada al narcotráfico, son ahora muy numerosos; constituyendo casi un género aparte, confieso no soy adepto a su lectura, pero los que se recomendaron en el programa Periodismo en libros parecían tan interesantes que de inmediato me puse a leerlos.
J Jesús Lemus permaneció en la cárcel, siempre en condiciones deplorables, durante un poco más de tres años, a los seis meses de su ingreso fue condenado a 20 años de prisión, también un tiempo extrañamente corto para los que se estilan en la justicia mexicana y, como estaba catalogado como personaje de extrema peligrosidad, continuó en el CEFERESO de Jalisco. Gracias a la comprensión, cariño y tenacidad de su esposa, su hija y un grupo de amigos, a los tres años y en segunda instancia fue declarado inocente y salió de la prisión. Todo está dramáticamente relatado en los libros.
Él, desde el principio, confesó a sus compañeros de prisión su profesión de reportero, algunos al principio no le creyeron porque estaba en una prisión y en zonas destinadas a reos que habían cometido delitos muy graves, pero el ocupó todo su tiempo, que ahí es mucho, en desarrollar su labor de periodista. Después de un tiempo, algunos de sus compañeros le hicieron confesiones y confidencias, que además de ser sumamente aterradoras son muy interesantes. Él trató de llevar anotaciones al respecto, pero guardar notas se volvió sumamente difícil, en los cambios de pabellón, de celda, al parecer muchas se perdieron, a su excarcelación que él relata como muy agresiva y rencorosa, se perdieron muchas otras.
Pero tres años dedicados de manera completa, aun restados a los muchos lapsos dedicados al sufrimiento, son mucho tiempo y al salir consiguió escribir unos libros extraordinarios, en los que además de describir lo deplorable del sistema penitenciario mexicano, narra historias dantescas de los personajes con los que convivió.
Seguramente las largas condenas de sus compañeros, el aislamiento en que viven, el abandono que sufren por parte de sus familias, cómplices y jefes y ante la presencia de alguien que un día pueda contar su historia (Lemus, el reportero) hacen que le relaten sus puntos de vista. Convivió con muchos narcotraficantes de alto impacto, por la catalogación de reo de alta peligrosidad y reos comunes que habían cometido delitos de muy alto impacto. Entre éstos destacan: el asesino de Tlalpan, el Mochaorejas, Mario Aburto (el asesino del candidato Colosio), la Rana (el asesino del Cardenal Posadas Ocampo) y, entre los narcotraficantes, nada menos que el Chapo Guzmán, el Güero Palma, Antonio Beltrán Leyva y Caro Quintero. Nos hace relatos de ellos, de las condiciones demenciales que viven debido a su propia condición humana agravadas por las condiciones de reclusión a las que están sujetos, de sus pugnas y complicidades, de la generosidad de algunos de ellos y la ruindad de otros. Quizá podamos juzgar que tienen sesgo, todas las condiciones humanas lo tienen, pero nunca parecen apologéticas ni mucho menos. Quizá resulte éste el retrato más cercano, realista y desinteresado de muchos de estos personajes.
A su salida de prisión, Lemus se dedicó a escribir y consiguió el primero de sus libros: Los malditos que es el sobrenombre con el que son conocidos los huéspedes de esas zonas de la prisión, el libro apareció en 2013 y ha alcanzado muchas reimpresiones, la tercera en Debolsillo apareció en 2018, tiempo después escribió una segunda parte: Los malditos 2. El último infierno, que apareció en 2016 y que también ha alcanzado varias reimpresiones.
Me parece que los libros no han tenido la repercusión que merecen, no parece haber un cambio en el sistema penitenciario mexicano y los encargados de crear acusaciones falsas a Lemus y su largo encarcelamiento no han sido, ya no digamos castigados, ni siquiera descubiertos o perseguidos, no siempre los libros tienen respuestas rápidas; pero afortunadamente Lemus sí ha tenido recompensas a su trabajo, ha recibido varios premios periodísticos nacionales e internacionales, es profesor de periodismo y miembro de Reporte Índigo, un prestigioso medio, en donde se ocupa de las secciones de política, seguridad nacional y narcotráfico. Además de estos dos libros que les recomiendo ahora, ha escrito Cara de diablo (2014), Michoacán en guerra (2014) y Mireles, el rebelde (2014). Como verán, es un digno miembro del club de periodismo en libros.
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