Hepatitis tóxica como manifestación de la intoxicación por dióxido de cloro como uso profiláctico contra la infección por el virus SARS-CoV-2

Resumen

ANTECEDENTES: En el marco de la pandemia por COVID-19 algunos productos milagro han salido a flote como parte de la terapéutica de la enfermedad, uno de ellos ha sido el dióxido de cloro y sus derivados. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Agencia Europea de Medicamentos (AEM) y la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) han elaborado y emitido comunicados alertando sobre la falta de evidencia científica en relación con su eficacia en la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 y sobre los riesgos para la salud humana.

CASO CLÍNICO: Paciente femenina de 62 años, quien manifestó un cuadro de tres semanas de evolución con dolor tipo cólico mesogástrico e ictericia generalizada, asociado con la ingesta de dióxido de cloro durante los tres meses previos. Las pruebas de función hepática revelaron: AST: 2316 U/L, ALT: 1449 U/L, FA: 531.2 U/L, BBT: 25.41 mg/dL, BBD: 14.42 mg/dL, BBI: 10.91 mg/dL; el ultrasonido de hígado reportó hepatopatía degenerativa. La biopsia hepática tuvo reporte anatomopatológico compatible con hepatitis tóxica “medicamentosa”.

CONCLUSIONES: El dióxido de cloro pertenece a una lista de productos que se han promovido sin sustento científico como agentes profilácticos o terapéuticos para el manejo de la enfermedad por SARS-CoV-2; sin embargo, se ha documentado en ésta y otras publicaciones la ausencia de pruebas de su utilidad y la aparición de efectos adversos, como toxicidad hepática; por lo que se recomienda evitar su administración.

PALABRAS CLAVE: Hepatitis tóxica medicamentosa; dióxido de cloro; SARS-CoV-2; COVID-19; pandemia.

Abstract

BACKGROUND: In the framework of the COVID-19 pandemic, some miracle products have emerged as part of the disease therapy, one of them has been chlorine dioxide and its derivatives. The Pan American Health Organization (PAHO), the European Medicines Agency (AEM) and the US Food and Drug Administration (FDA) have prepared and issued statements warning about the lack of scientific evidence in relation to its efficacy in disease caused by SARS-CoV-2 and on risks to human health.

CLINICAL CASE: A 62-year-old female, with a previous history of jaundice not studied. She presented a 3-week evolution with mesogastric colic pain and generalized jaundice, associated with the ingestion of chlorine dioxide during the 3 previous months. Liver function tests: TGO: 2316 U/L, TGP: 1449 U/L, FA: 531.2 U/L, BBT: 10.41 mg/dL, BBD: 7.14 mg/dL, BBI: 3.27 mg/dL; liver ultrasound reported degenerative liver disease. Liver biopsy was compatible with toxic “drug” hepatitis.

CONCLUSIONS: Chlorine dioxide belongs to a list of products that have been promoted without scientific support as prophylactic or therapeutic agents for the management of SARS-CoV-2 disease; however, the absence of evidence on its usefulness and the development of adverse effects, such as liver toxicity, have been documented in this and other publications; thus, it is recommended to avoid its administration.

KEYWORDS: Chemical and drug induced liver injury; Chlorine dioxide; SARS-CoV-2; COVID-19; pandemic.